Decidir comprar un terreno en pareja es un paso emocionante y transformador. Sabemos que hay dudas: “¿y si uno no puede?”, “¿cómo funciona lo sin intereses?”, “¿cómo organizamos todo sin líos legales?”. Aquí podrás responder esas preguntas paso a paso, queremos ayudarte a que el proceso sea claro, seguro y sin complicaciones.
Muchas parejas exploran esta posibilidad con preguntas del estilo:
Estas dudas son normales. También son un excelente punto de partida: empezar a plantearlas ya significa que están listos para actuar de manera consciente y estratégica. Te acompañamos paso a paso.
Comprar en copropiedad significa construir juntos, gestionar pagos en conjunto y tomar decisiones en equipo. Pero también requiere acuerdos claros: ¿quién paga qué y cómo se distribuye la propiedad?
Sí. Aunque muchos temas legales y financieros se simplifican con matrimonio, también es común que parejas no casadas decidan comprar juntas. Solo se necesita firmar con nombre y CURP de ambas personas.
Asegúrense de documentar acuerdos de copropiedad, formas de pago y qué sucede si uno decide no construir o quiere vender su parte. Esto es crucial para evitar futuros malentendidos.
En desarrollos como OTHÓ, lo que firmas es el precio real del terreno: no hay intereses, ni cargos extra, ni adjuntos que debas pagar después. El contrato incluye todo lo que debes pagar, y nada más.
Compara el precio contado contra el total de los pagos a meses: si ambos coinciden, es probable que no existan costos ocultos. En OTHÓ, ese es el caso: lo que ves es lo que pagas.
No hay problema: estos planes se diseñan para no necesitar buró. Con una identificación oficial y CURP pueden acceder a la compra sin complicaciones burocráticas.
En desarrollos como OTHÓ, el precio final no cambia entre comprar de contado o con financiamiento: no hay intereses adicionales. Tu precio de lista se convierte en tu única obligación mensual. (Aquí puedes conocer más a detalle)
Supongamos un terreno de 300 m² a $950/m² = $285,000 MXN. Si financias en 48 meses:
Comprar en pareja no es solo cuestión de presupuesto, también es de confianza, diálogo y acuerdos claros. Aquí te damos puntos que conviene tratar desde el inicio para evitar confusiones y construir con seguridad.
¿Qué buscan con esta compra?
Estar alineados en la visión es el primer paso.
Una vez claros sus objetivos, deben decidir cuánto pueden invertir sin afectar su estabilidad, el tamaño del terreno ideal y plazos. Siempre alineado a sus ingresos reales y estilo de vida. Consideren:
Es común que uno pueda aportar más que el otro. Lo importante es que eso se hable y documente. Algunas recomendaciones:
Esto evita malos entendidos si llega a haber cambios en la relación o en las finanzas.
Aunque nadie quiere pensar en eso al inicio, es importante prevenirlo con madurez. Algunas preguntas útiles:
Un simple documento privado entre ustedes puede dejar esto claro desde el principio.
Es posible que quieran que ambos nombres aparezcan en la escritura. Si no, asegúrense de tener un acuerdo que respalde los derechos de quien no figure legalmente como propietario.
Comprar terreno en pareja puede despertar miedos, ilusiones y tensiones. Hablen con apertura sobre:
La comunicación es tan importante como el financiamiento.
Cuando compran en preventa, ciertos pagos pueden considerarse anticipados y deducirse fiscalmente, lo cual es útil especialmente si tienen fines de inversión o construcción posterior.
Muchos municipios de Yucatán tienen tarifas reducidas si el terreno no está escriturado aún, lo cual pueden aprovechar durante toda la fase de financiamiento.
Comprar en etapas tempranas les permite obtener valorización inmediata. Por ejemplo, terrenos que se vendieron en $390/m² llegaron a costar más del doble en menos de 4 años.
La plusvalía en OTHÓ se refleja ya en terrenos vendidos previamente, mostrando que la inversión es real y sostenible. Terrenos ofrecidos en $390/m², hoy superan los $900 m², inclusive antes de terminar de pagarse: es una plusvalía real y medible.
Cada contrato se revisa con acompañamiento legal, escritura garantizada y certeza jurídica desde el primer día.
Comprar su primer patrimonio juntos es más que una meta financiera. Es una afirmación de confianza, de visión compartida y de planes a largo plazo.
Este terreno puede ser:
Invertir en pareja es atreverse a ver más allá del presente, y en desarrollos como OTHÓ, ese paso se da con seguridad, respaldo y acompañamiento. Aquí no están solos, están tomando una decisión inteligente y consciente… juntos.
Da el siguiente paso como equipo y agenda una asesoría gratuita. Tu patrimonio comienza cuando están listos para construirlo.